22 de Mayo de 2013

Mala noticia 5: despilfarro

Oscar Landerretche, Director de la Escuela Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Diario La Tercera 17 de Mayo 2013

Uno de los problemas que tiene la enseñanza economía introductoria son los modelos que suponen completitud de mercados, ausencia de problemas de agencia y racionalidad perfecta. No porque no haya que enseñarlos;  de hecho, son necesarios para que los estudiantes adquieran ciertas herramientas analíticas esenciales, porque son simples, fáciles y permiten que uno vaya añadiendo de a poco enredos y líos para hacerlos más realistas. Son modelitos de kínder: hay que pasarlos, pero superarlos, y pronto enseñar que la realidad siempre de desvía de ellos.

Eso no lo estamos haciendo bien. Se nota en la proliferación de actores públicos que hacen carreras enteras transmitiéndolos y ordenándolos. Los modelitos kínder tienen la virtud d sonar coherentes y universales, como ocurre con todas las cosas simplonas.

Si el mundo fuera kínder, no importaría demasiado cuándo se implementan las políticas. Por ejemplo, un alza sustantiva de los impuestos a empresas y ricos tendrían efectos mucho antes de implementarse, cuando los agentes lo “internalizan”, esto es, cuando lo incluyen en la planificación que hacen, como diría Buzz Lightyear, hasta el infinito y más allá.

La verdad es que pocos agentes económicos pueden extraerse del hoy y ahora. La realidad de incertidumbre, inexistencia de mercados y falta de liquidez los obliga a lo inmediato y urgente.

No da lo mismo cuándo se hacen las políticas. Los ciclos globales que afectan a Chile hacen que haya momentos con más espacio económico para generar avances sociales, tributarios, ambientales o laborales, y otros en que hay menos. Hay momentos en que la misma política puede tener efectos netos  positivos y otros en que es justo al revés. Es así; lo otro es creer en el modelito kínder.

Están igualmente desde la derecha creen que toda alza tributaria es mala porque los mercados siempre son perfectos, completos y racionales; como quienes desde la izquierda creen que da lo mismo si es que esa reforma se hace en medio de una crisis o no. Ambos están equivocados. 

La temporalidad y la oportunidad son esenciales en la implementación de políticas económicas, sobre todo si son ambiciosas y si (por buenas razones) implican tensionar a la empresa privada, como sería el caso de una reforma tributaria sustantiva.

Chile se encuentra desacelerando desde las velocidades que generaron el súper ciclo de commodities y las agresivísimas políticas monetaria y fiscal post crisis/ terremoto.

Estos efectos y otros están extinguiéndose de a poco, generando una desaceleración suave para el 2013. Sin embargo, el escenario central para el cuatrienio 2014-17 es de una economía global en sostenida recuperación, lo que genera una ventana de oportunidad.

Una oportunidad compuesta por una economía que hace concebible una agenda robusta de reformas progresistas, una candidata en condiciones de obtener una victoria, o incluso un mandato electoral y un movimiento social que ha instalado una agenda de cambios sustantivos al modelo, requiere una mayoría significativa en el Parlamento y un equipo de gobierno afiatado y robusto. No siempre se dará esta oportunidad. Es por esto que el despilfarro político que se está observando es imperdonable.

Volver a lista de Opiniones