Chile se ve remecido por la conjunción de dos detrimentales fenómenos. Existe, por un lado una crisis instituciones que lleva a cuestionar, y a veces a desconocer, la potestad del Estado y de sus instituciones para imponer el orden y la legalidad. Se observa esto en la virtual desautorización que ha venido sufriendo Carabineros de Chile para cuidar el orden público, al ser cuestionada la institución por cumplir con su tarea. Existe, por otro lado, el accionar de grupos que se arrogan la representación de una ciudadanía que nunca ha sido consultada para ello, y que alegan que el Estado debe desconocerse, que hay derechos anteriores que deben ser simplemente ejercidos con desconocimiento total de la institucionalidad. Esa conjunción se manifiesta de modo muy claro en el sur de Chile, donde el reclamo ha llevado a la imposición de un virtual Estado paralelo que desconoce el ordenamiento jurídico vigente y que pretende imponer el de grupos vinculados. Bajo ese esquema se atemoriza a quienes han invertido por años en zonas ahora de conflicto, y que se encuentran prácticamente en desamparo al no contar con la bebida protección. La reserva biológica Huilo Huilo es un caso emblemático: se ha invertido allí por años para promover turismo, proteger el bosque nativo, defender especies como el Huemul, y brindar oportunidades mejores a localidades que antes nunca pudieron tener expectativas serias de desarrollo autónomo. El temor incluido por actos vandálicos como destruir un teleférico en construcción, o romper las cañerías de agua que surten a una población, o el ataque nocturno a una cervecería local, está llevando al posible cierre de muchas actividades, incluyendo los hoteles en que se ha invertido por años. Con ello se llevará más pobreza a la zona, con satisfacción de grupos que dicen representar a una población que se verá así perjudicada. ¿En que las instituciones no funcionan al punto que no es posible hacer valer el imperio de la ley? A nivel del país cunde esta incertidumbre que hace tanto mal y que necesita de señales potentes para restaurar el orden y la estabilidad.