27 de Agosto de 2010

Apolo 33

Oscar Landerretche Economista y Academico Departamento Economía Universidad de Chile Publicación La Tercera 27/08/2010

Ojalá aprovechemos esta oportunidad de celebrar a los ingenieros, a los trabajadores de empresas del Estado y a los trabajadores calificados. UNA PELICULA FAVORITA es Apolo 13, la historia verídica del rescate de tres astronautas que quedan a la deriva en el espacio. Lo que me gusta de esa película es que narra las tribulaciones de ingenieros de la Nasa que superan un conjunto de desafíos técnicos monumentales, contra el tiempo y el cansancio, con políticos que los presionan por cuñas comunicacionales y bajo el sitio de los medios. Mis momentos favoritos son dos. Uno, en que un grupo de ingenieros diseña a toda velocidad (usando calcetines, scotch y una manguera) un filtro de CO antes de que los astronautas se desmayen. Otro, en que un astronauta de reserva dedica horas sin descanso en un simulador a optimizar la energía para hacer factible operar los computadores de navegación y evitar que la nave rebote en llamas sobre la atmósfera. En esa película, André Sougarret y Miguel Fortt son Gene Kranz (Ed Harris). Son los jefes técnicos que solucionan un problema tras otro, hasta lograr el rescate. Igual de fríos y racionales que Kranz, e igual de tímidos ante las cámaras. Kranz solo se quiebra al final. La narrativa de la prensa respecto de la localización de los 33 mineros se ha centrado en la estrategia comunicacional del gobierno y la solidaridad del ciudadano común. No voy a discutir los méritos de ese énfasis, entiendo el rol que juega. Pero pediría que no se ignore la otra historia, la de los ingenieros, rescatistas, mineros calificados y trabajadores de los taladros. Por lo que hemos leído, tenemos la impresión de que esta operación de búsqueda requirió gran destreza técnica, y que cuando resulte la operación de rescate, será también un hito de la ingeniería de minas chilena. Eso es algo que tenemos que decir más al narrar esta historia. Tenemos que decirles a los jóvenes estudiantes que están ahora en clases de cálculo que ellos se están preparando para este tipo de desafíos y que viven en un país en que, cuando les llegue la hora de ser héroes a punta de integrales, números y estadísticas se les reconocerá. Tenemos que decirles a los jóvenes trabajadores que están capacitándose para ser operadores de maquinaria sofisticada, que hay héroes en este rescate que son trabajadores como los que ellos quieren ser. Tenemos que decirles a los jóvenes trabajadores públicos que el país va a celebrar a Codelco, una empresa del Estado que lleva años amenazada de privatizaciones, y que igual cultivó un profesionalismo y excelencia que nadie más tiene y que posibilitó encontrar a los 33. Ojalá no desaprovechemos esta oportunidad para celebrar a los ingenieros, a los trabajadores de empresas del Estado y a los trabajadores calificados. A esos que no van a salir en las fotos, ni van a subir en ninguna encuesta, ni van a ser electos a nada. Ellos representan lo que necesitamos para dar el salto al desarrollo: trabajadores manuales calificados y profesionales de elite. Ellos representan lo mejor de Chile. En Apolo 13 uno de los comunicólogos le dice a Kranz que ése puede ser el desastre que destruya a la Nasa y que no sabe qué decir a la prensa. Kranz responde que está en desacuerdo, que les diga que ésta será su mejor hora. Para mí, esta será una de las mejores horas de la ingeniería chilena.

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