01 de Julio, 2019

Cómo gestionar los riesgos en entornos complejos

Actualmente, muchas organizaciones enfrentan entornos especialmente complejos, con importantes cambios tecnológicos y modificaciones relevantes en el ámbito social y cultural; así como también crecientes presiones regulatorias y una extendida crisis de confianza de la población, entre otros factores.

 

La gestión de riesgos es una de las herramientas que las organizaciones han adoptado en los últimos años para enfrentar este complejo escenario con el objetivo de dar respuesta a las amenazas e incertidumbres más relevantes que enfrentan. 

 

Las mejores prácticas de gestión de riesgos involucran variados aspectos. Sin embargo, en esta ocasión analizaremos algunos de los elementos que son claves para gestionar organizaciones en entornos complejos. Entre ellos, encontramos los siguientes:

 

Cultura
Como una manera de que las compañías implementen de manera efectiva la gestión de riesgos y den cumplimiento a los objetivos organizacionales, es necesario generar una  sólida cultura de gestión de riesgos. Según el modelo COSO ERM 2017, esta puede definirse como “las actitudes, comportamiento y la comprensión del riesgo, tanto positivos como negativos, que influyen en las decisiones de la gerencia y el personal, y reflejan la visión, la misión y los valores centrales de la organización”. 

 

Generar una cultura de riesgos dentro de la organización es fundamental. Esto implica modificar actitudes y comportamientos, generando, entre otras cosas, que los colaboradores tengan reacciones más ágiles frente a nuevas amenazas y concedan respuestas acordes al apetito o tolerancia al riesgo definido institucionalmente.

 

Todo esto implica un desafío no menor, pues los cambios culturales en las organizaciones son en general de largo aliento y requieren de una acción permanente y disciplinada, que implique lograr instaurar la cultura deseada dentro de la organización.

 

Información y tecnología
En la actualidad, el adecuado manejo de la información es fundamental para las organizaciones, debido a las oportunidades y amenazas que se pueden identificar en medio de la gran cantidad de datos disponibles. Desde esta perspectiva, es clave que las compañías puedan apoyarse en la tecnología, la que aporta herramientas que permiten interpretar información que es fundamental para las organizaciones, ayudándolas a identificar los factores que permitirían otorgar una ventaja competitiva al negocio, en términos de anticipación o visualización de determinados eventos o tendencias relevantes. Estas soluciones permiten a quienes se encargan de la toma decisiones ver escenarios que antes no podían prever. Esto, porque no se contaba con las herramientas tecnológicas con las cuales, actualmente, se pueden procesar y manejar grandes volúmenes de datos.

 

Simplicidad
Frente a un entorno complejo, poder contar con métodos y herramientas de gestión de riesgos sencillas, fáciles de entender y establecer, facilita su ejecución, mantención en el tiempo y mayor uso por parte de la organización. En general, en gestión de riesgos “menos es más”, especialmente, si consideramos riesgos no financieros.

 

Priorización
La priorización implica gestionar, en primer término, aquellos eventos de riesgo que son considerados vitales o de gran relevancia. En entornos complejos, se pueden observar cientos y miles de riesgos en matrices y otras herramientas, que finalmente no son un aporte, sino más bien una carga para las organizaciones. Por ello, la priorización es una necesidad imperiosa. No es conveniente intentar gestionarlos todos con el mismo énfasis o igual cantidad de recursos.

 

La gestión de riesgos es una herramienta que crea y otorga valor a las organizaciones, anticipando y priorizando las respuestas a los riesgos. Esto mejora la capacidad de adaptarse, sobrevivir y prosperar en el actual escenario. Es de esperar que las organizaciones puedan aplicar correctamente esta herramienta, que va de la mano con los tiempos actuales y que en otras latitudes se ha constituido en un aliado imprescindible para las empresas.

 

Esteban Olivares

Académico Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información