09 de Marzo, 2020

Corrupción en startups. Lecciones para el Ecosistema de Innovación Chileno

* Columna publicada en DF online el 09 de marzo de 2020.

 

Cuando hablamos de empresas startups la mayoría de los casos pensamos en jóvenes idealistas, expertos en alguna tecnología, impulsados por desarrollar nuevos productos y servicios que cambien positivamente el mundo. Y si bien esta imagen representa muy bien el incipiente ecosistema de innovación chileno, es importante sacar lecciones de ecosistemas maduros, por ejemplo Silicon Valley, sobre amenazas que podemos enfrentar cuando nuestro ecosistema empiece a madurar. Estas lecciones son especialmente importantes para el Gobierno que sostenidamente ha contribuido a fomentar el Ecosistema de Innovación y Emprendimiento Chileno desde el año 2010 con el nacimiento del programa Startup Chile y de muchos otros fondos impulsados por Corfo.

 

En esta columna les presentamos el caso Theranos, empresa startup fundada por Elizabeth Holmes que llegó a ser valorada en US$9 billones y recaudar cerca de US$400 millones hasta mediados de 2018 según el periódico New York Times. Lamentablemente, el 4 de septiembre del 2018, Elizabeth Holmes, que hasta ese momento era considerada la “siguiente Steve Jobs” informó a los inversionistas de Theranos que la compañía cerraba de forma definitiva. La razón principal de este cierre fue la manipulación de información tecnológica sobre la compañía a sus inversionistas.

 

Entre los años 2003 y 2013, Theranos instauró el ‘modo sigiloso’ como estrategia de posicionamiento comercial dentro del creciente mercado de las startups. ¿En qué consistía este ‘modo sigiloso’? Holmes se preocupó de presentar el estado de la tecnología de la compañía como en constante perfeccionamiento, restringiendo el acceso del estado real de avance y desempeño de sus productos enfocados en la extracción y análisis de sangre. Si bien lo anterior suena bastante razonable, Holmes intencionalmente se encargó de limitar las fuentes de información a los inversionistas. Esto lo hizo a través de una rigurosa política de confidencialidad para sus trabajadores, exigiendo completa discreción respecto al quehacer de sus actividades laborales vinculadas al desarrollo del sistema de análisis sanguíneo de Theranos. A su vez, la información que Holmes sistemáticamente entregó a los inversionistas era muy ambiciosa respecto a los objetivos de la compañía y su posicionamiento de mercado, pero extremadamente limitada y ambigua respecto al estado de desarrollo y avance tecnológico de sus productos tales como el laboratorio portátil ‘Edison’ (o ’miniLab’) y los contenedores de sangre denominados ‘nanotainers’.

 

El caso Theranos y su ‘modo sigiloso’ nos invita a reflexionar si el ecosistema chileno realmente está preparado para enfrentar empresas startups nacionales e internacionales que buscando financiamiento en Chile sigan prácticas corruptas? Responder esta pregunta es especialmente crítico cuando el financiamiento potencialmente puede venir del sector público o de los Fondos de Pensión. Estas lecciones no llaman, como podría pensar equivocadamente un lector, a restringir el gasto público en fomento a la innovación, especialmente en lo que respecta a Capital de Riesgo. Sino que más bien, invita a poner atención en los controles durante el proceso de diligencia (due diligence), administración durante la ejecución de la inversión, así como también en el comportamiento de los emprendedores y trabajadores que forman la startup.

 

Juan Pablo Torres Cepeda
Académico Depto. de Administración