19 de Enero de 2012

Crecimiento chileno 2012: sobrereacción a Europa

Joseph Ramos Académico Facultad de Economía y Negocios Universidad de Chile Diario el Mercurio 12 de enero del 2012

Es sabido que la economía chilena, por ser pequeña y abierta, es sensible a la evolución de la economía internacional. Y no cabe duda que esta se ha complicado en los últimos 6 meses, sobre todo Europa. No obstante, temo ver una sobre reacción de los pronósticos sobre el crecimiento económico chileno para el 2012. En efecto, mientras 6 meses atrás las expectativas de los analistas consultados por el Banco Central eran de un crecimiento de 5,5% para Chile en el 2012, actualmente esos mismos analistas anticipan un crecimiento de 4,0% en el 2012 (y con sesgo a la baja). Nada “objetivo” justifica, en mi opinión, un vuelco tan fuerte. De hecho, la economía chilena crecerá cerca de 6,2% en el 2011, impulsada por un fuerte crecimiento del consumo así como de la inversión. Si bien es cierto que ambos factores tienen un importante componente cíclico, no es menos cierto que siguen fuertes. El primero retroalimentado por la mejora en el empleo y los salarios; el segundo, impulsado por los aún elevados precios de nuestros principales productos de exportación. Es cierto que tanto la inversión como el consumo han de desacelerar en esta fase del ciclo, pero anticipo un crecimiento en la productividad en el 2012 en adelante, lo que compensaría en parte tal desaceleración. En efecto, en los últimos años la productividad no sólo no mejoró, si no pareció deteriorarse. Mas eso no se debió a que los empresarios se volvieron crecientemente incompetentes, si no que la macroeconomía hacía que no podían vender todo lo que eran capaces de producir. Esa capacidad ociosa (de planta y empleo) hizo que la productividad pareciera caer o estancarse y, de paso, hizo parecer que el PIB “tendencial” decayera. Sin embargo, en la medida que nos acercamos a pleno empleo, como en la actualidad, la macro ha de jugar a favor de aumentos en la productividad. Ese aumento en la productividad más un buen nivel de inversión y consumo hacen perfectamente factible, desde el punto de vista objetivo, que la economía chilena produzca 5,5% más en el 2012, tal como se pronosticaba 6 meses atrás. Naturalmente, el deterioro en la economía internacional debe de introducir algo de cautela en los inversionistas y consumidores, por lo que es razonable pensar que la economía chilena crezca algo menos de ese 5,5%. Mas, me parece que un recorte a 4,0% (y algunos prevén bastante menos) es una sobre reacción a lo que está pasando en la economía internacional. Es cierto que hay mucha incertidumbre sobre la solución a los problemas fiscales de Europa y de USA. De hecho, hoy, los mercados así como la OCDE, esperan una leve recesión en Europa para el 2012, pero una moderada expansión en USA. Sumando y restando, se espera que la economía mundial crezca 3,5%, una tasa buena, lejos de catastrófica. Es cierto que esta situación se ha traducido en una reducción de 20% en el precio del cobre, a alrededor de US$ 3,40 la libra. No obstante, habría que reconocer que el precio actual es un precio bonanza, casi 5 veces su promedio entre 1998-2003, por lo que la inversión minera en marcha y en carpeta indica un fuerte período de expansión. Por cierto, hay escenarios donde la situación internacional se deteriora gravemente: la situación europea podría terminar en el default de un país importante (Italia o España) y un consiguiente colapso financiero; se contagia Estados Unidos y China e India desaceleran fuertemente su crecimiento. Este escenario, si bien posible, es improbable, al menos a juzgar por los precios actuales de nuestras exportaciones. En efecto, cuando el precio del cobre caiga por debajo de US$2.50 y las demás exportaciones muestren caídas similares, entonces deberíamos prever una fuerte desaceleración en el gasto de los inversionistas y consumidores y un importante recorte en nuestro crecimiento. Por mientras no hay signos de ello. Volatilidad e incertidumbre sí; recesión o fuerte desaceleración mundial no. Esta me parece ser la situación objetiva. Mas, a diferencia de la física, donde los fenómenos obedecen exclusivamente a factores objetivos, la economía es gobernada tanto por factores objetivos como subjetivos, muy en particular las expectativas. Las expectativas de los analistas influyen sobre las decisiones de los inversionistas; mientras las noticias afectan el ánimo y confianza de los consumidores. Si los inversionistas y los consumidores nos convencemos que la economía sólo va a crecer 4% en el 2012 y no 5,5% (lo objetivamente posible), la economía solo crecerá 4%. Temo que estamos en camino de ello. Sería un caso de profecía auto cumplida, donde domina el estado de ánimo subjetivo sobre lo objetivo.

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