23 de Abril de 2015

Ejemplo y Formación Valórica

“No hay futuro de este modo; y lo más grave es que no se está actuando para cambiar las cosas hacia adelante”.

El decaimiento de nuestra educación es cosa que lleva ya unos 40 años. Una dimensión de esta desatendida crisis se manifiesta en la pobre formación que adquieren nuestros niños y jóvenes en materia valórica y ciudadana. En algún minuto nuestra sociedad, o quienes toman decisiones por ella, optaron por reducir el énfasis en estos vitales aspectos, posiblemente para dedicar tiempo a otras cosas consideradas más importantes. La ausencia de educación ciudadana, de formación cívica, de cultivo de las relaciones interpersonales, nos ha traído a esta sociedad en que vivimos: de enfrentamiento y de desconocimiento de las reglas mínimas para una adecuada convivencia. Las nuevas generaciones se han formado en la intolerancia, la exclusión social y racial, el poder económico antes que nada. Pero lo más grave, con ausencia de una firme ética y de un comportamiento acorde con los principios de solidaridad, respeto y probidad. Alguien decía hace pocos días que no hacía mucho cuando en nuestro viejo sistema de transporte urbano alguien se subía por la puerta de detrás, “enviaba” a través de los pasajeros el dinero del pasaje al chofer, quien devolvía el vuelto junto con el respectivo boleto y así llegaba a manos del pasajero en cuestión. “Romanticismo” dirán algunos, pero simboliza una época en que la honradez era norma de vida en sociedad. Hoy no prima ese valor, sino que más bien se cultiva el antivalor de las conductas indebidas para lograr algo a cualquier costo. De eso, mal que mal, nos están enseñando nuestros políticos y autoridades: el fin justifica los medios. Los jóvenes de hoy están aprendiendo que las cosas se hacen de mejor modo fraudulento, y que lo importante es lograr el propósito que se ha planteado cada cual. De este modo se contribuye a profundizar la ausencia de valores que debería entregar nuestra educación. No hay futuro de este modo; y lo más grave es que no se está actuando para cambiar las cosas hacia adelante, para que la nueva juventud se vea inspirada en valores fieles a los ideales de la república, a la vieja tradición de nuestra política como noble espíritu de servicio.

Luis Riveros, Académico de la Universidad de Chile, Diario Estrategia 22 de abril de 2015.

 

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