Estudio revela las principales barreras de acceso en la atención médica durante la pandemia
La pandemia de Covid-19 ha representado una amenaza importante para la salud pública mundial, desafiando continuamente la provisión de servicios de salud y su accesibilidad, inclusive en países con alta disponibilidad de instalaciones sanitarias, tecnologías de vanguardia y un número razonable de profesionales.
“Garantizar la equidad en salud es un desafío, y esta pandemia ha expuesto las brechas existentes en todo el mundo y ha tensionado los sistemas de salud pública”, señala la investigación Access to Healthcare during Covid-19, que desarrolló la profesora del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Alicia Núñez en conjunto con S.D. Sreeganga, investigadora del Centro de Políticas Públicas Ramaiah en India y Arkalgud Ramaprasad del Departamento de Información y Ciencias de la Decisión de la Universidad de Illinois en Chicago, que fue recientemente publicada en el International Journal of Environmental Research and Public Health.
Para desarrollar el estudio, los investigadores mapearon 131 artículos indexados en la base de datos de Scopus que contienen conceptos de acceso a la atención médica durante la pandemia de Covid-19, utilizando un marco ontológico –mapa cognitivo que ayuda a diseñar las alternativas de políticas públicas; determinar las políticas efectivas, ineficaces e innovadoras; y predecir resultados–, que revela las barreras y los impulsores del acceso a la atención médica.
Se entiende acceso a la atención médica como “la facilidad con que las personas pueden obtener la atención médica necesaria”, dice el estudio. Se añade que “el nivel de acceso influye en el uso de los servicios médicos y, por tanto, el estado de salud de la población”.
Si antes de la pandemia –agrega–, el acceso era un problema, hoy “la disminución de la atención, las cirugías y otros servicios hospitalarios, combinado con el miedo a la exposición al virus, ha provocado una caída significativa en el acceso”.
Barreras de acceso, catalizadores e impulsores
Del mapeo realizado por los investigadores, se desprenden cinco temas centrales dentro de la literatura académica, siendo el principal la barrera de disponibilidad temporal para el acceso físico a la atención médica de las enfermedades crónicas. En la investigación, se resalta que esta “se ha deteriorado debido a la desviación de especialistas médicos para atender casos urgentes de Covid-19. Y ha afectado aún más a quienes buscan atención por enfermedades crónicas, en áreas sin telemedicina bien establecida”.
El estudio destaca que se vuelve primordial monitorear y manejar a los pacientes con condiciones crónicas –la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes e hipertensión han visto la mayor disminución del acceso a la atención– y priorizar las visitas ambulatorias en función de la gravedad de la enfermedad.
En la investigación, se indica que existe un contraste con “las pautas operativas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ‘Mantenimiento de servicios de salud esenciales: orientación operativa para el contexto Covid-19’, (recomendaciones que permiten asegurar la continuidad en el acceso de los cuidados esenciales), las que abordan medidas más allá de la disponibilidad de atención para las afecciones crónicas (…) pidiendo que se tomen medidas en el mapeo funcional de los establecimientos de salud, para cuidados crónicos, agudos y a largo plazo, incluidos el sistema privado, público y militar”.
Se enfatiza que “las directrices van más allá de la telemedicina y promueven acciones como la activación de líneas de ayuda y otros mecanismos. La importancia de educar a los pacientes de cuidados crónicos sobre el acceso a la telemedicina, los servicios en línea y el autocontrol de la afección puso de manifiesto elementos críticos que faltan en la literatura académica”.
El segundo tema se asocia al acceso de la atención médica de enfermedades episódicas por parte de médicos especialistas. Con la desviación de personal en la pandemia, maximizar los especialistas que aborden el problema antes que se agrave requiere adaptar estrategias de tratamiento alternativas y modernizar protocolos, con triage remoto y pruebas de diagnóstico que permitan acceder a la atención y minimicen el riesgo, se señala.
Las pautas de la OMS destacan que se debe realizar una “modificación de las vías de tratamiento para los servicios especializados a través de plataformas digitales remotas en las evaluaciones iniciales”. En ese aspecto, para el manejo agudo de complicaciones se debe priorizar el acceso, considerando instalaciones reutilizadas que garanticen atención las 24 horas, y los recursos escasos hacia los pacientes que tengan posibles complicaciones”.
El tercer tema es el catalizador e impulsor tecnológico de TI del acceso virtual a la atención médica preventiva y de bienestar para poblaciones vulnerables. “La práctica médica ha cambiado y hay un mayor uso de los servicios de telemedicina en seguridad y salud mental, planificación de la vida reproductiva y cuidado de rutina para el cáncer de mama”, dice el estudio. La implementación de estas herramientas “han proporcionado gran satisfacción a los pacientes y las clínicas están adoptando este modelo, especialmente en entornos con recursos limitados”, extendiéndose a la atención preventiva y prenatal.
El estudio remarca que si bien la telemedicina “cubre importantes conocimientos prácticos, descuida un enfoque integral en diferentes segmentos de la población”. Sin embargo, “las pautas de la OMS enfatizan las modalidades digitales en varios propósitos para mantener los servicios de salud esenciales y establecen prioridades en términos de nutrición, control del estado de las enfermedades no transmisibles y salud mental. La literatura académica se queda corta en términos del enfoque detallado adoptado y establecido por la OMS, para mantener el bienestar de las poblaciones vulnerables”, se enfatiza.
El cuarto tema se centra en los recursos y personal de salud. Se destaca la escasez de equipos médicos y la transferencia de todos los recursos humanos para abordar la pandemia, lo que “ha llevado a modernizar y reorientar los recursos por diferentes enfoques de clasificación y priorización”.
En este punto, se señala que el énfasis de la literatura se alinea con las directrices de la OMS, destacando la reutilización de los recursos humanos, financieros y materiales, mediante la reprogramación de presupuestos y su monitoreo, para garantizar el uso efectivo de los recursos.
El quinto tema, menos destacado en la literatura académica, considera aspectos que cumplen un papel importante en el acceso a la atención médica para diferentes segmentos de la población, tales como los recursos sociológicos, culturales e ingresos.
En el caso de las poblaciones indígenas, el fortalecimiento del sistema de salud debe tener un enfoque comunitario; así como también los ancianos y discapacitados durante este período requieren de cuidados paliativos. “Se necesitan métodos únicos de prestación de servicios de salud, para garantizar que las poblaciones vulnerables de las áreas metropolitanas desatendidas reciban una atención paliativa y de rehabilitación adecuada y rápida”, se sostiene.
Se enfatiza en el estudio que estos factores junto a los recursos culturales –personal administrativo, los curanderos tradicionales y los trabajadores sociales–, han sido poco abordados en las directrices de la OMS, pese a que tienen un papel importante en el acceso a la atención médica en este tiempo.
En ese sentido, “la OMS se centra en abordar las necesidades de las poblaciones marginadas, como los migrantes y refugiados, los pueblos indígenas, las trabajadoras sexuales y las personas sin hogar”. Y pone mayor énfasis en el mantenimiento de los servicios de salud esenciales y el acceso a la atención para las personas mayores, desde el cuidado de su salud mental hasta los cuidados paliativos y de rehabilitación.
En el estudio, se concluye que “para un acceso efectivo de la atención médica en la pandemia del Covid-19, la literatura académica y las directrices de la OMS deben ser dirigidas sistemáticamente por un marco sistémico. Además, las investigaciones deben complementar las directrices y viceversa”.
Y se agrega que “las brechas en la literatura académica y las posibles inclusiones de guías de práctica de la OMS brindan una imagen de los enfoques actualmente selectivos y segmentados, para brindar acceso a la atención médica durante el Covid-19”.
Fuente: www.fen.uchile.cl