05 de Julio de 2012

Eurozona tras la enésima cumbre

Manuel Agosin Decano Facultad Economía y Negocios,U.de Chile Diario La Tercera 04 de Julio de 2012

Luego de dos años y medio de numerosas cumbres y reuniones de alto nivel para resolver la crisis de duda soberana de la eurozona, la cumbre más reciente, del 28 y 29 de junio, trajo algunas buenas noticias. Aunque los detalles de cómo operarán las decisiones tomadas no están decididos (uno de los problemas que han tenido todas las decisiones de los últimos dos años y medio), los países del núcleo duro de la eurozona liderados por la canciller alemana, Angela Merkel, accedieron a la presión de los líderes españoles, italianos y franceses para que los fondos de rescate de la eurozona pudiesen recapitalizar directamente a los bancos europeos al borde de la insolvencia –entre los cuales los más aproblemados son los españoles-, sin pasar por un nuevo endeudamiento de los gobiernos de los países adonde están radicados dichos bancos. Al mismo tiempo, se autorizó a los fondos de rescate para comprar deudas soberanas en los mercados secundarios, lo que ayudará a reducir el costo del endeudamiento para gobiernos como los de Italia y España, que enfrentan tasas de mercado que llevaron a Grecia, Portugal e Irlanda a solicitar el rescate por parte de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Esta fue una concesión importante por parte de Merkel, quien había insistido en que el gobierno español asumiera la deuda de la recapitalización de sus bancos, lo que hubiese intensificado la crisis de deuda soberana de ese país, obligándolo a requerir un salvataje soberano con durísimas condiciones de ajuste fiscal, más allá de las que ya ha adoptado y que han redundado en una tasa de desempleo que bordea el 25% de la fuerza de trabajo. ¿Es esta una solución definitiva? Lo dudo. Los países de la eurozona más afectados por la crisis de deuda soberana están sumidos en una profunda recesión, que probablemente se intensifique con cada ajuste fiscal. Esto significa que los objetivos de reducción de su déficit fiscal no se cumplirán y que la deuda pública seguirá aumentando. Los fondos de rescate cuentan con máximo de unos 400 mil millones de euros, cifra insuficiente para rescatar a países grandes como Italia y España, máxime si por lo menos unos 100 mil millones de euros ya estarían comprometidos para recapitalizar a la alicaída banca española. Los gobernantes de la eurozona han logrado impedir que la recapitalización de los bancos españoles intensifique los problemas fiscales y de deuda soberana de ese país. Otros, como Irlanda, también podrán acceder al mismo mecanismo. Pero no han resuelto el problema de las deudas soberanas, que se ha ido agudizando como consecuencia de la recesión y que se vuelve más angustioso con cada ajuste fiscal decretado por sus ya desesperados gobiernos. La solución sigue siendo un impulso de crecimientos en el corto plazo y un ajuste fiscal de mediano plazo, cuando las economías afectadas hayan vuelto a crecer y hayan disminuido tasas de desempleo que amenazan su contrato social. Y, desde luego, una mayor unión económica y política en largo plazo.

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