11 de Agosto de 2008

Inflación y crecimiento…difícil decisión del Banco Central de Chile

FRANCO PARISI Vice Decano Facultad de Economía y Negocios Universidad de Chile

Ante una compleja decisión, el Banco Central, finalmente decidió aumentar la tasa de política monetaria en cincuenta puntos base y mantener las expectativas inflacionarias en el rango, perjudicando el crecimiento. Anterior a esto, las expectativas de largo plazo estaban en el rango meta del Banco Central, lo que facilitaba el accionar de la autoridad monetaria. Además, la intervención que se realizó en el mes de abril en el mercado del dólar subió la tasa de interés de mercado del corto como el largo plazo. El Gobierno, por su parte, ya había aportado para que la inflación no fuera más alta de lo que venia siendo, a través de la inyección de dinero al Fondo de Estabilización de los Combustibles y del subsidio al Transantiago, ya que de otra manera la inflación hubiese sido mucho más alta. Sumado a esto, vemos que la actividad, antes de la decisión del Central, ya estaba ajustándose a la baja, aliviando desde antes las presiones inflacionarias. Por todo esto, la eficacia de haber subido la tasa de política monetaria es casi neutra, ya que el mercado por si sólo subió la tasa y sumado al menor crecimiento, de por sí, habrían aliviado las presiones inflacionarias. Está subida de la tasa de interés por parte del instituto emisor, implicará un incremento desde el 42%, a aproximadamente el 58% a 60% en la tasa de interés máxima convencional. Esta tasa, por ley, no puede exceder en más de un 50% al interés corriente. El interés corriente es el interés promedio cobrado por los bancos y sociedades financieras establecidas en Chile en las operaciones que realicen en el país, salvo ciertas exclusiones. Esta tasa es la que, finalmente, cobran algunas de las casas comerciales, cadenas de supermercados tarjetas de crédito, y créditos de consumo. Lo que implica que la deuda de los chilenos se hace más cara y que el pago de los intereses sea aún mayor. No sólo los privados pagarán estas altas tasas, también las PYMES por medio del factoring y leasing. Donde el factoring es la fuente de financiamiento de corto plazo y el leasing de largo plazo para las empresas emergentes. Por lo cual esta alza de tasa afectará a todos los sectores. Lamentablemente esto incidirá negativamente en el consumo a nivel nacional, lo que generaría un menor crecimiento de la economía y por ende una disminución en el crecimiento esperado para este año. Por esto recomendaría un mayor impulse fiscal, que se haga con eficacia y enfocado en sectores estratégicos de la economía, para así poder darle un reimpulso al crecimiento. De todas formas, creemos, que la batalla contra la inflación de este año se perdió y que las presiones inflacionarias continuarán debido a que los efectos de segunda vuelta no cesarán y seguirán propagándose a diferentes partidas de bienes y servicio, entendiendo esto como que si aumenta el precio del petróleo aumenta el precio de todos los productos transportados, incrementando el valor del producto final. Esto se constató aún más con la negociación del salario mínimo donde, anteriormente, se negociaba en base a la inflación futura y ahora fue en función de la inflación pasada más la inflación esperada. Esta claro que esta negociación será la base para el resto de los ajustes salariales en los sectores públicos y privados.

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