08 de Junio de 2012

La Crisis Europea: Plan B para el Empleo

Joseph Ramos Profesor Facultad de Economía y Negocios Universidad de Chile Diario Financiero 07 de Junio de 2012

Si bien la economía chilena anda bien, la economía internacional, en particular, la europea anda mal. Es cierto que estamos relativamente bien parados para enfrentar un shock externo en caso de un mal manejo europeo de la crisis, pero no podremos evitarla del todo. Y de producirse una crisis ¿habrá algo más que podemos hacer para evitar saltos de desempleo en 2 a 3 puntos– como fue después de la crisis del 2008? La mejor política de empleo no es reponer empleos perdidos con empleos cuasi ficticios por medio de los consabidos planes de empleo de emergencia, si no evitar que se produzcan tantos despidos. ¿Pero es posible frenar la pérdida de empleo si la producción y las ventas caen y la economía entra en recesión? Es posible, siempre que se induzca a las empresas a enfrentar su menor necesidad de mano de obra reduciendo las horas de su planta de personal en lugar de despedir. De hecho, la primera reacción de las empresas ante una caída de sus ventas es eliminar las horas extras. Sin embargo, no reducen horas por debajo de eso, pues de hacerlo tendrían que seguir pagando el salario contratado. De ser necesarios recortes mayores comienzan a despedir personal, pese a las indemnizaciones que deben pagar. Sin embargo, desde el punto de vista social es claramente preferible en situaciones recesivas, trabajar 5-10% menos horas a que la empresa despida 5-10% de su personal. Para que ello suceda se requiere de una ley que permita a la empresa reducir la jornada sin que ello sea violación del contrato laboral. Para que esto no sea al antojo de la empresa, la ley debe estipular que esto es permitido solo cuando una entidad autónoma (un Consejo Económico Social creado con este fin) declare que la economía está en peligro de recesión. Una vez superada la crisis, esta autoridad declararía el fin del período de excepción y la vuelta a la jornada habitual. Los trabajadores cuyas jornadas se redujeran tendrían derecho a esa proporción de subsidio de cesantía correspondiente a la reducción en su jornada. Por cierto, el trabajador disconforme con esta solución puede irse de la empresa con 100% de la indemnización correspondiente, como en caso de despido. Mas es mi convicción que la gran mayoría de trabajadores optarán por quedarse en su empleo y oficio habitual, aunque trabajando menos horas, a irse a buscar trabajo en circunstancias que la gran mayoría de empresas están despidiendo. En efecto, por difícil que sea, la gran mayoría de personas puede ajustarse a ganar 5-10% menos. Nadie, en cambio, puede ajustarse a ganar 100% menos al quedar cesante, sobre todo en momentos que la gran mayoría de empresas están despidiendo y no contratando. Los Profesores David Bravo, Osvaldo Larrañaga y yo hicimos este propuesta a raíz de la crisis asiática. Mas vale para cualquier recesión. En efecto, como economía pequeña y abierta, Chile siempre estará sujeta a riesgos recesivos provenientes de los vaivenes de la economía internacional. Aunque la actual crisis europea se solucione sin mayores efectos en Chile, igual sería conveniente disponer de tal ley. Ella fortalecería enormemente la batería de instrumentos a nuestra disposición para aminorar futuras recesiones y sus impactos sobre el desempleo.

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