17 de Diciembre de 2008

Lecciones que podemos sacar de la crisis financiera

Elena Valenzuela de Vieyra Directora Diploma de Finanzas Depto. de Administración de la FEN – U. de Chile Fernando Bravo Herrera Académico Depto. de Administración de la FEN- U. de Chile

La importancia de la crisis financiera de Estados Unidos y ahora para nosotros, se deriva de la misma la función vital que tiene la sangre en un organismo vivo, si el flujo sanguíneo se detiene produce efectos mortales en el individuo. Asimismo, si el flujo monetario se detiene en una organización, ella puede ir a la quiebra, e incluso llevar a otros a la quiebra según sea su grado de dependencia entre ellos. ¿Qué lecciones podemos sacar de esta crisis? Los ciudadanos, organizaciones y autoridades de cada país deberían aumentar la conciencia de que estamos en época de globalización, las tecnologías de las comunicaciones pueden trasmitir instantáneamente los efectos de decisiones individuales al nivel mundial. Es así como, cualquier enfermedad financiera en un país va a afectar al resto de ellos. Las consecuencias pueden ser mayores o menores, a más corto o largo plazo, sin que ningún país esté blindado de contagio, pues las interrelaciones financieras son enormes. Es responsabilidad de los gobiernos de cada país establecer las medidas regulatorias y controles de los riesgos que cada instrumento financiero conlleva. También hay responsabilidad de los inversionistas, quienes han puesto sus recursos en instrumentos riesgosos sin profundizar sus análisis, pues aunque su emisor sea “serio”, el respaldo que ellos tengan puede ser muy débil (caso de la securitización de los préstamos hipotecarios subprime). Los gobiernos se enfrentan a definir si salir al rescate de quienes han tomado una mala decisión financiera o dejar que ellos hagan la pérdida. El ir al rescate, podría darse una señal proteccionista a quienes han actuado equivocadamente; pero al no generar la ayuda, el contagio de la epidemia generada por esa crisis, se podría multiplicar. Los socorros financieros deberían mostrar claramente que no se está avalando las malas decisiones financieras, sino que se desea salvarnos de una profunda recesión. Si el costo lo asume el resto de la población nacional o mundial, estamos habitando en el planeta equivocado.

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