05 de Noviembre de 2012

Ley de salas cuna, sin discriminación

Christian Cancino Director Departamento Control de Gestión y Sistemas de Información, Facultad de Economía y Negocios de U. de Chile. Diario Financiero 26 de octubre de 2012

Hace años que el mundo académico pedía una solución la problemática en la participación desigual de hombres y mujeres en la fuerza laboral. La solución nunca estuvo en imponer reglas sobre la contratación de mujeres, sobre mantener paridad respecto de hombres contratados o el sin fin de ideas que se han implementado hasta ahora. Sino que siempre ha estado relacionado con igualar el costo de contratación. Hoy existe un valor desigual entre contratar a un hombre o a una mujer. Una empresa debe pagar una cotización adicional por cada trabajadora que tenga, particularmente aquellas empresas con 20 o más mujeres. Esto permite entregar el beneficio de sala cuna. Si bien las grandes empresas están haciendo esto hace años, existían pequeñas y medianas empresas (PYME) que no se querían hacer responsables de este costo, sin entender el rol social que cumple una empresa en una economía, siendo el sustento de la actividad productiva y del desarrollo de las familias. Pensemos en lo siguiente: ¿de quién son los hijos? ¿De una mujer o de la familia? En Chile pareciera que pertenecen sólo a las madres y por ello son ellas quienes se han hecho responsables. Los hombres, parecemos no participar del concepto familia cuando somos contratados por las empresas. Evidentemente se requiere que en Chile exista un cambio de mentalidad, donde hombres y mujeres nos hagamos responsables de nuestros hijos y de los costos involucrados con ellos. En este contexto, la PYME debe hacer un esfuerzo por entender que: cuando contratan a un trabajador, éste probablemente pertenece a una familia. Si queremos una sociedad desarrollada necesitamos un cambio real. De una vez por todas, un gobierno debe hacerse responsable por implementar una política efectiva que brinde resultados positivos sobre eliminar la discriminación en la contratación de mujeres. No podemos enfocarnos en igualdad sólo pensando en reglas que impongan nuevos costos para las mujeres. Debemos implementar acciones que igualen el valor de hombres y mujeres, luego de ello los empresarios no tendrán que discriminar sólo por productividad. Si el nuevo proyecto de sala cuna se hace real , se pagará una cotización por cada trabajador que tenga, sea hombre la mujer , dando un paso gigantesco hacia la no discriminación

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