Ayer se nos invitó comentar el Segundo Estudio de Competencias Básicas de la Población Adulta que realizaron la TIC de la Cámara de la Construcción (CChC) y el Centro MicroDatos (CMD) de la U. de Chile. Estudio muy significativo, porque profundiza en la alfabetización funcional de la población; esto es, su capacidad de usar la comunicación y las matemáticas en tareas personales, ciudadanas y laborales. En el caso de comunicación tiene que ver con comprensión y expresión en el caso de matemáticas con la solución de problemas.
Incluso en su primera versión de 1998. Chile era el único país en desarrollo entre los veinte y tantos que se sometieron a esta prueba conocida por la sigla IALS (International Adult Literacy Survey). En esta ocasión salimos últimos. El esfuerzo de la CChC y CMD por repetir ente estudio 15 años después es el primero en el mundo, y por lo que sabemos, están en curso levantamientos para otros países.
Los resultados no son buenos. Las tres pruebas que componen el estudio (prosa, documentos y cuantitativa) aumentan marginalmente, dentro del margen del error _¡en 15 años! Son tan bajos los incrementos que si usamos los indicadores de hoy, todavía seríamos el peor país en 1998. Es improbable que el resto de los países del estudio se hayan quedado igualmente estancados.
La mala noticia es que tenemos un problema de alfabetización funcional en Chile. Es muy probable que este sea un impedimento para transformar nuestra economía, salir de la periferia tecnológica, avanzar en fases del desarrollo y transitar hacia una economía más equitativa y productiva. Pero hay más: ¿creemos realmente que nuestra dificultad para evolucionar hacia estados superiores democráticos, culturales y sociales no se relaciona con esto mismo? Yo estoy seguro que sí. ¿Cómo se va a desarrollar una democracia en que no entendemos lo que nos decimos?
En su primera presentación de datos, el estudio muestra correlaciones sugerentes como diferencias en el desempeño de personas con diferentes niveles educativos, acceso a capacitación y también hábitos de lectura, escucha la radio y música. Todas van en la dirección que uno esperaría, pero son simples correlaciones. Para inferir causalidad y dimensionalidad, vamos a tener que trabajar un poco más.
Lo que podemos hacer por el momento es formular algunas hipótesis. Yo sugeriría algunas adicionales a la que se nos viene a todos a la mente: las falencias de nuestro sistema educativo. Me atrevería a proponer que la insistencia en considerar al sistema de capacitación como algo separado de la educación tiene parte de la culpa.
También sospecho de la tardanza en constituir un sistema educativo politécnico integrado que vaya desde la educación técnica escolar, pasando por la superior, hasta la educación permanente de los trabajadores. Me atrevería a sugerir que la inexistencia de un sistema de medios públicos (radio, TV y plataformas web) enfocados en educar a la población como existe en todos los países como la gente, es otro candidato. Y propondría que la ausencia de una política de alfabetización funcional adulta es otro candidato más.
Me pregunto: ¿cómo es posible que las izquierdas no tengan estos temas al centro de sus propuestas?...Y confieso francamente que no lo entiendo.