11 de Octubre de 2012
Personas Pyme
Aldo Caprile
Director Centro de Control de Gestión Universidad de Chile
Diario Estrategia
20 de Septiembre de 2012
En la historia de David y Goliat, es fácil empatizar con David: el más débil. En nuestra sociedad, se suele comparar a los trabajadores con las empresas justificando políticas para reducir el hándicap propio de los más débiles, sin pensar si existen parecidos con la mítica historia.
Las empresas sean Pymes o multinacionales, son todas empresas. Entonces vale preguntarse: ¿Representan los trabajadores el sector débil? Si analizamos algunas medidas políticas y ciertas conductas protectoras de “los más indefensos”, podemos darnos cuenta que este paradigma es limitado y poco efectivo.
Por ejemplo, asignar el 19 de septiembre como feriado irrenunciable donde –salvo excepciones- pudieron abrir locales atendidos por sus dueños, a juicio de algunos gremios con pérdidas a nivel país cercanas a 60 millones de dólares.
Un punto de vista justifica que la mayoría de las personas cuenten con un merecido descanso, otro enfoque –equivocado o no- es claro mostrar un efecto negativo en la productividad, pero también en la calidad del servicio prestado. Por ejemplo, las familias no tendrán una fiesta “a la altura” y no habrá muchas alternativas para el asado si no tomaron provisiones. Aquí se perdió la oportunidad de tomar una medida menos extrema para favorecer el comercio Pyme.
Otro caso son los juicios laborales, donde existe una alta tendencia a favor de los trabajadores que cuentan con abogados gratuitos. ¿Y las Pymes? No tienen garantizada la gratuidad de sus abogados en juicios con altas probabilidades de perder.
No se trata de ignorar medidas positivas a favor de las Pymes, tales como el Sello Propyme o el artículo 14 Quáter, pero sí de desarrollar un análisis más reflexivo antes de proponer medidas donde las personas entren en conflicto con las empresas: separar las Pymes de las grandes compañías es necesario antes de sacar conclusiones.
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