31 de Enero, 2020

Reporte de Responsabilidad Social Corporativa y Desarrollo Sostenible

Con la nueva propuesta de norma sobre Reporte de Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible emitida por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Chile ingresa al exclusivo círculo de países que solicitarán de forma obligatoria información social y ambiental a sus principales empresas. En particular, la normativa afectará, a partir del año 2021, a las empresas emisoras de valores de oferta pública, y será aplicable, también, a las entidades bancarias.

 

El nuevo enfoque de reporte propuesto por la CMF incluye la triple visión de la sostenibilidad –aspectos económicos, sociales y ambientales–. Para la dimensión económica, considera información sobre: a) Combate a la corrupción, lavado de activos y financiamiento al terrorismo; b) Competencia desleal; c) Pago a proveedores; d) Evaluación de proveedores. La dimensión ambiental centra su foco en: a) Materiales, insumos y residuos; b) Energía; c) Agua; d) Biodiversidad; e) Emisiones; y f) Cumplimiento ambiental. Y la dimensión social incluye incorporar información relacionada con: a) Permiso posnatal; b) Seguridad laboral; c) Capacitación; d) Diversidad; e) Brecha salarial; f) Beneficios laborales; g) Programas sociales; y h) Cumplimiento social.

 

Para el emisor de las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS), los aspectos sociales y ambientales deben ser considerados como un factor latente de riesgo, que puede condicionar el futuro de una organización. En este aspecto, radica la importancia de la aprobación de esta normativa, ya que permitirá evaluar riesgos que hoy no son medidos. En esta línea, algunas empresas cotizadas en Chile proporcionan antecedentes sobre cómo ciertos aspectos sociales y ambientales pueden afectar sus actividades productivas; y las medidas de mitigación que llevan a cabo para enfrentar estos potenciales riesgos.

 

Sin duda, la información social y ambiental complementa la información financiera. Por tal motivo, la confección de este nuevo reporte conlleva necesariamente a tener una nueva mirada del rol que tendrá el Contador Auditor en torno a las competencias requeridas para hacer frente a los nuevos requerimientos informativos impuestos por la CMF. Como parte de estos nuevos desafíos, se encuentra la determinación de la huella de carbono y la huella hídrica de una empresa; así como el trabajo multidisciplinario en torno a la gestión de antecedentes ambientales y sociales.

 

Luis Jara Sarrúa
Académico Depto. Control de Gestión y Sistemas de Información