23 de Enero de 2012

Selección Universitaria

Luis A. Riveros Académico de U. de Chile. Diario Estrategia 18 de enero de 2012

Los mecanismos de selección para las universidades deben ampliarse y mejorarse. Pero hay que advertir, nuevamente que cualesquiera sea el instrumneto de selección (pruebas, ensayos escritos, entrevistas, etc.) los resultados de su aplicación refleján las debilidades formativas adquiridas en los niveles anteriores, como también la desigualdad a través de grupos socioeconómicos. Por eso no tiene sentido el alegato usual que plantea que "la PSU en injusta", porque no podría serlo sino como reflejo de la inequidad existente en la educación preescolar, básica y media. Cosa distinta es que se perfeccione el instrumento, porque distintas universidades necesitan enfatizar distintos aspectos medibles de las características académicas de los egresados de cuarto año medio. Una prueba universal, que ajuste a todas las necesidades de los postulantes y de las universidades oferentes, no tiene ninguna viabilidad. Lo que es más, la PSU está orientada a la selección de estudiantes para universidades complejas, con amplio espectro disciplinario, alta conexión entre investigación básica y aplicada con la docencia y fuerte énfasis en la continuidad en el postgrado. Por eso tampoco es viable sostener que esa prueba de selección se aplique con similares criterios y sin modificaciones a un grupo amplio de universidades que no tienen esas características. Deben enriquecerse los sistemas de selección e ingreso con nuevas ideas basadas en los objetivos de cada institución universitaria. En este sentido, seleccionar estudiantes sobre la base de sus resultados en la educación media, para integrarlos en programas de inducción universitaria, tipo Bachillerato, tiene posibilidades de ser un excelente sistema complementario e igualador de condiciones. Nuestra educación superiro necesita innovación, y eso debe relejarse en los propios sistemas de selección.

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