IVA tasa cero es un concepto que no debe ser confundido con exención del IVA. El primer concepto no se aplica en Chile, mientras que el segundo emplea en el D. L. Nº 825. El régimen general del IVA implica ir gravando el valor agregado generado en cada eslabón de la cadena de producción y distribución de un producto con la tasa del 19%. En cambio, el término exención del IVA se usa cuando se exime de la aplicación de la tasa del IVA general a una actividad económica. Es decir, hay empresas que no pagan IVA sobre el valor agregado creado por ellas, lo cual significa que la tasa del impuesto es igual a 0% pero sólo sobre el valor agregado producido en la actividad exenta. Sin embargo, ello no da derecho a descontar como crédito el IVA general pagado sobre los valores agregados de los insumos utilizados en esta actividad. Lo anterior implica que le productor de la actividad exenta no puede recuperar este IVA. Por ejemplo, la educación es una actividad exenta de IVA en Chile, por lo tanto: si el productor de este servicio compra computadores -los cuales están afectados a IVA- él no podría descontar o recuperar este IVA; mientras un empresario –efecto a IVA no exento- efectivamente descuenta el IVA cargado sobre todos los recursos productivos comprados. El IVA tasa cero exime del IVA al valor agregado por la actividad económica exenta, pero la mantiene en el régimen general del IVA. Por lo tanto, permite recuperar el IVA cancelado en los recursos productivos comprados por la empresa, IVA que termina siendo pagado por el consumidor final, al igual que en el caso general. El IVA tasa cero integra la actividad económica exenta al régimen general del IVA, permitiendo que todos los contribuyentes de este impuesto sean tratados de la misma manera. El IVA tasa cero es una idea a tener presente cuando se habla de perfeccionar el sistema tributario.